Ah, la tarta de queso y almendra… ¡qué delicia! Este postre siempre me recuerda a las tardes de verano en casa de mi abuela, donde el aroma de las almendras tostadas y el queso fresco llenaba la cocina. Ella solía preparar esta tarta cada vez que había una celebración familiar, y siempre era el plato estrella de la mesa. No sé si eran las almendras, la suavidad del queso o ese toque crujiente en la base, pero cada bocado era un pedacito de felicidad.
Lo mejor de esta tarta es lo versátil que es. Puedes disfrutarla fría en un día caluroso o un poco templada en invierno, y siempre queda perfecta. Además, es una excelente manera de impresionar a tus amigos y familiares en cualquier ocasión. Estoy emocionado de compartir esta receta contigo, ¡así que pongámonos manos a la obra!
¿Qué lleva la Tarta de Queso y Almendra?
Queso crema: Este es el alma de nuestra tarta. Aporta cremosidad y un sabor suave. Prefiero usar un queso crema de buena calidad, como Philadelphia, para asegurarme de que la tarta sea rica y sabrosa.
Almendras: Las almendras le dan ese toque crujiente y un sabor ligeramente dulce. Puedo decirte que las almendras tostadas son mis favoritas, ya que intensifican el sabor.
Azúcar: Un poco de azúcar es necesario para equilibrar los sabores. Puedes usar azúcar normal o, si lo prefieres, un sustituto como el azúcar moreno para un toque diferente.
Galletas Digestive: Estas se convierten en la base crujiente de nuestra tarta. Si bien puedes usar galletas María, las Digestive ofrecen una textura más densa que a mí me encanta.
Mantequilla: La mantequilla derretida es esencial para unir las galletas y crear esa base perfecta. No escatimes en la mantequilla; una buena calidad hace maravillas.
¿Es buena para ti la Tarta de Queso y Almendra?
Al hablar de dulces es fácil perderse en la indulgencia, pero la tarta de queso y almendra tiene algunos beneficios que vale la pena mencionar.
Almendras: Son ricas en grasas saludables, fibra y vitamina E. Son un excelente snack que puede contribuir a la salud del corazón. ¡Así que no te sientas culpable por disfrutar de este postre!
Queso crema: Aunque es alto en grasa, también aporta calcio y proteínas. Claro, todo en moderación, así que asegúrate de no comértela toda de una sentada.
Sin embargo, es bueno recordar que, por su contenido de azúcares y grasas, es mejor disfrutar esta tarta con moderación, sobre todo si estás cuidando tu ingesta calórica.
Ingredientes
– 400 g de galletas Digestive
– 200 g de mantequilla derretida
– 600 g de queso crema
– 200 g de azúcar
– 150 g de almendras tostadas
– 3 huevos
– 1 cucharada de extracto de vainilla
– Un poco de sal
Esta receta rinde aproximadamente 8 porciones, ideal para compartir con amigos o familiares.
¿Cómo hacer la Tarta de Queso y Almendra?
1. Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).
2. Tritura las galletas Digestive en un procesador de alimentos hasta que queden como un polvo fino.
3. Mezcla el polvo de galleta con la mantequilla derretida hasta obtener una mezcla homogénea.
4. Presiona la mezcla en el fondo de un molde para tartas, asegurándote de que esté bien compacta.
5. En un bol grande, bate el queso crema hasta que esté suave y cremoso.
6. Añade el azúcar y bate hasta que se incorpore bien.
7. Agrega los huevos uno a uno, asegurándote de mezclar bien después de cada adición.
8. Incorpora el extracto de vainilla, las almendras trituradas y una pizca de sal. Mezcla bien.
9. Vierte la mezcla sobre la base de galleta que preparaste anteriormente.
10. Hornea durante 45-50 minutos, o hasta que esté dorada y bien cuajada.
11. Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera por al menos 4 horas antes de servir.
Un toque especial para tu Tarta de Queso y Almendra
– Puedes decorar la tarta con almendras enteras o un poco de caramelo líquido por encima para darle un toque extra.
– Si te gustan los sabores frutales, prueba añadir un poco de mermelada de frutos rojos encima antes de servir. ¡Es un deleite!
Espero que te animes a probar esta tarta de queso y almendra. Te prometo que cada bocado será una explosión de sabor y nostalgia. Y si alguna vez decides prepararla, me encantaría saber cómo te quedó. ¡Feliz horneado!