Hoy quiero compartir contigo una de mis recetas favoritas: la **Sopa de Ajo**. Esta sopa es un auténtico abrazo en un tazón, ideal para esos días fríos en los que solo quieres sentirte acogido. Recuerdo la primera vez que la probé en casa de mi abuela. Ella siempre decía que era una receta de la “abuela”, perfecta para combatir el resfriado y calentarte el alma. Cada sorbo de esta sopa trae consigo una mezcla de sabores que me transporta a mi infancia, con el aroma del ajo dorado llenando la cocina.
Lo que me encanta de la **Sopa de Ajo** es su simplicidad y su poder reconfortante. Es increíble lo que unos pocos ingredientes pueden lograr en términos de sabor y calidez. Ya sea que la quieras preparar para una cena especial o simplemente para disfrutar en un día cualquiera, esta receta es siempre una buena elección. ¡Vamos manos a la obra!
¿Qué ingredientes lleva la Sopa de Ajo?
Ajo: El protagonista indiscutible. Usualmente, me gusta usar ajo fresco porque el sabor es imbatable. ¡Nunca escatimes en este ingrediente! Puedes usar entre 6 y 8 dientes.
Pimiento rojo: Le da un toque dulce y colorido a la sopa. Me gusta asarlo antes de añadirlo, así intensifico su sabor.
Caldo de pollo o verduras: El caldo es la base de tu sopa. Prefiero el casero porque tiene mucho más sabor, pero si andas corto de tiempo, uno de buena calidad del supermercado va bien.
Pan:** El pan crujiente es clave. Puedes usar pan del día anterior, lo que le da una textura increíble a la sopa. Un buen pan rústico es mi opción favorita.
Huevos:** Por último, un huevo poché o cocido le aporta cremosidad y proteínas, ¡es como un regalo extra!
¿Es buena la Sopa de Ajo para ti?
La **Sopa de Ajo** no solo es deliciosa, ¡también tiene sus beneficios!
Ajo: Este ingrediente es conocido por sus propiedades antibacterianas y antivirales. Un verdadero aliado para fortalecer el sistema inmunológico.
Pimiento rojo: Rico en vitamina C, ayuda a mantenernos saludables y nuestro cuerpo funcionando correctamente.
Caldo de pollo o verduras: Aporta nutrientes esenciales y es una excelente fuente de hidratación.
Pero recuerda, como todo en la vida, hay que disfrutarlo con moderación. Si eres sensible al ajo o tienes problemas digestivos, quizás debas ajustar la cantidad.
Ingredientes:
– 6-8 dientes de ajo
– 1 pimiento rojo
– 1 litro de caldo de pollo o verduras
– 4 rebanadas de pan rústico
– 2 huevos
– Aceite de oliva, sal y pimienta al gusto
Esta receta rinde aproximadamente para 4 porciones.
¿Cómo hacer Sopa de Ajo?
1. En una olla grande, calienta un chorrito de aceite de oliva a fuego medio. Añade los dientes de ajo pelados y córtalos en láminas. Cocina hasta que estén dorados, ten cuidado de no quemarlos.
2. Agrega el pimiento rojo cortado en tiras y cocina por unos 5 minutos, hasta que esté tierno.
3. Vierte el caldo en la olla y lleva a ebullición. Reduce el fuego y deja hervir a fuego lento durante 10 minutos, para que los sabores se mezclen.
4. Mientras tanto, tuesta el pan hasta que esté dorado y crujiente.
5. En un cazo aparte, cocina los huevos al gusto. Si decides hacer huevos poché, basta con hervir agua y un chorrito de vinagre, y luego romper el huevo en el agua por unos 3-4 minutos.
6. Para servir, coloca unas rebanadas de pan en el fondo de cada plato, vierte la sopa caliente por encima, y añade el huevo cocido.
Variaciones y trucos para la Sopa de Ajo
Si quieres darle un giro a la receta, puedes añadir chorizo picado o incluso espinacas frescas para enriquecerla. También me gusta añadir un poco de pimentón para un toque ahumado.
Además, la **Sopa de Ajo** se puede conservar en la nevera por algunos días, así que es una excelente opción para preparar en lote. ¡Siempre es bueno tener una porción lista!
Espero que te animes a probar esta maravillosa **Sopa de Ajo** y que, como a mí, te traiga recuerdos y calidez. Ojalá puedas compartir tus experiencias y tus propios deleites culinarios porque estoy segura de que te encantará. ¡Buen provecho!