Ah, el salmorejo… ¡qué delicia! Siempre me lleva de regreso a los veranos calurosos en España, donde este plato fresco y cremoso se convierte en el rey de la mesa. Recuerdo la primera vez que lo probé en una pequeña taberna de Córdoba. El sol brillaba intensamente y, al primer bocado, supe que había encontrado mi nueva obsesión. La combinación de sabores simples pero intensos me cautivó. Desde entonces, cada vez que tengo la oportunidad, me lanzo a hacer una buena jarra de salmorejo.
Lo que realmente me encanta de esta receta es su simplicidad. Aquí no hay complicaciones. Solo necesitas ingredientes frescos y un poco de amor al cocinar. Así que, sin más preámbulo, vamos a sumergirnos en el delicioso mundo del salmorejo.
¿Qué lleva el Salmorejo?
Pimientos rojos: Yo prefiero los pimientos asados. Les da un sabor ahumado increíble que transforma el plato. Además, ¡son una buena fuente de vitamina C!
Tomates: Son la base de este plato. Opta siempre por tomates maduros y jugosos; para mí, son la estrella del show. Si son de temporada, aún mejor, pero los enlatados también son una opción satisfactoria.
Ajo: Solo un dientecito, ya que lo que buscamos es un toque de sabor, no que el plato sepa a ajo. Se dice que el ajo también tiene propiedades antibacterianas.
Pan: Utilizo pan de pueblo, como el pan de miga, para darle esa textura cremosa. También puedes usar pan del día anterior si tienes un poco en la despensa.
Vinagre: Un buen vinagre de Jerez le dará un puntito ácido que hace maravillas. Hay que medirlo con cuidado para no pasarse, ¡no queremos un salmorejo que te haga arrugar la nariz!
Aceite de oliva: Lo mejor que puedas encontrar; el aceite de olivas tiene un sabor tan rico y es imprescindible para obtener esa cremosidad.
¿Es bueno el Salmorejo para ti?
El salmorejo no solo es delicioso, ¡también tiene sus beneficios! Aunque es un plato sencillo, cada ingrediente aporta algo:
Tomates: Ricos en antioxidantes, especialmente el licopeno, que es bueno para la piel y el corazón. Por si fuera poco, también aportan hidratación.
Ajo: Además de su peculiar sabor, el ajo puede ayudar a mejorar la circulación y tiene propiedades antiinflamatorias.
Pan: Aunque en moderación, el pan integral puede ofrecer fibra. Hay que tener cuidado con la cantidad si estás cuidando tu ingesta de carbohidratos.
En general, es un plato que se puede disfrutar como entrante o plato principal, especialmente en días calurosos. Pero como siempre, la clave está en no excederse con el aceite y el pan si tu dieta es restrictiva.
Ingredientes
– 1 kg de tomates maduros
– 1-2 dientes de ajo, al gusto
– 100 g de pan (mejor si es del día anterior)
– 50 ml de vinagre de Jerez
– 100 ml de aceite de oliva
– 1 pimiento rojo, asado (opcional, para decorar)
– Sal al gusto
Rinde para: 4-6 personas.
¿Cómo hacer Salmorejo?
1. Comienza lavando bien los tomates y córtalos en cuartos.
2. En una batidora, coloca los tomates, los dientes de ajo (recuerda, ¡no te pases!).
3. Agrega el pan en trozos, el vinagre, y un chorrito de aceite de oliva.
4. Tritura todo hasta obtener una mezcla bien homogénea y cremosa. Si quieres el salmorejo más suave, puedes colarlo, aunque a mí me gusta así, con toda su textura.
5. Sazona al gusto con sal, ajustando según prefieras.
6. Luego, pon el salmorejo en la nevera durante al menos una hora para que se enfríe bien.
7. Al servir, añade un chorrito más de aceite de oliva y, si te quieres lucir, decora con pimientos rojos asados picados.
Variaciones y Sugerencias para Servir
El salmorejo es tan versátil que admite variaciones sin problema. A veces, añado un poco de aguacate para darle un toque cremoso adicional. O puedes decorarlo con huevo duro picado y jamón serrano, lo que añade una textura y sabor magníficos.
No te limites a disfrutarlo solo en verano, ¡es un plato que puedes hacer todo el año! Siempre me saco una sonrisa al pensar que la primera vez que hice salmorejo para mis amigos, lo serví como aperitivo y ¡me rogaron la receta!
Así que ahí lo tienes. Te animo a que lo pruebes y, si lo haces, ¡dímelo! Me encantaría saber cómo te sale. Este salmorejo trae muchos buenos recuerdos y también estoy segura que creará nuevas memorias en tu mesa. ¡Buen provecho!