¡Hola, mis amigos cocineros! Hoy quiero compartir con ustedes una de mis recetas favoritas de la infancia: el famoso **Pan de Leche**. Desde que era pequeño, cada vez que mi abuela lo hacía en casa, el aroma que invadía la cocina era simplemente irresistible. Recuerdo cómo solíamos disfrutarlo tibio, recién salido del horno, con un poco de mantequilla y mermelada. Cada bocado era pura felicidad. Por eso, he decidido que es hora de compartir esta delicia contigo, para que tú también puedas disfrutarla y quizás crear algunos recuerdos especiales en tu cocina.
Este pan es perfecto para cualquier momento del día: desayuno, merienda o simplemente como un antojito a cualquier hora. Su textura suave y esponjosa lo hace único, y lo mejor es que es muy fácil de hacer. Así que, ¡manos a la obra y vamos a hornear!
¿Qué lleva el Pan de Leche?
Harina de trigo: La base de nuestro pan. Es esencial usar harina de buena calidad para conseguir esa textura suave que tanto nos enamora. Te recomiendo la harina de trigo todo uso.
Leche: La estrella de este pan. Le da ese sabor cremoso y una miga increíblemente tierna. Puedes usar leche entera o descremada, pero no te olvides de calentarla un poco antes de incorporarla a la mezcla.
Azúcar: Un toque dulce que realza el sabor del pan. Usualmente utilizo azúcar blanca, aunque si prefieres, puedes experimentar con azúcar morena para un toque de caramelo.
Mantequilla: Elemento clave para aportar sabor y suavidad. Opta por mantequilla sin sal, ya que así podemos controlar mejor la sal en la receta.
Levadura: Fundamental para que el pan suba. Asegúrate de usar levadura activa y fresca para obtener los mejores resultados.
Sal: Realza todos los sabores. Aunque parezca poco, una pizca de sal hace una gran diferencia en el resultado final.
¿Es bueno para ti el Pan de Leche?
Ahora, hablemos de si esta delicia es buena para tu salud. Si bien el **Pan de Leche** es un gusto que hay que darse con moderación, posee algunas cualidades interesantes. Por ejemplo,
Leche: Aporta calcio y proteínas, vitales para la salud de nuestros huesos y músculos.
Harina de trigo: Aunque es rica en carbohidratos, también es fuente de energía.
Es importante considerar, sin embargo, que el pan es alto en calorías y carbohidratos, así que si tienes alguna dieta específica o intolerancias, es recomendable consumirlo con precaución. Como todo en la vida, ¡la moderación es clave!
Ingredientes para el Pan de Leche (rinde aproximadamente 8 a 10 porciones)
– 500 g de harina de trigo
– 250 ml de leche tibia
– 100 g de azúcar
– 100 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
– 10 g de levadura seca
– 5 g de sal
– 1 huevo (para barnizar)
¿Cómo hacer Pan de Leche?
1. En un bol grande, mezcla la levadura con la leche tibia y una cucharadita de azúcar. Deja reposar por unos 10 minutos hasta que espume.
2. En otro bol, combina la harina, el azúcar restante y la sal. Haz un hueco en el centro y vierte la mezcla de leche con levadura.
3. Añade la mantequilla y el huevo. Mezcla todo hasta obtener una masa homogénea.
4. Amasa la mezcla durante unos 10 minutos en una superficie enharinada hasta que la masa esté suave y elástica.
5. Coloca la masa en un bol engrasado, cúbrelo con un paño y deja que repose en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que doble su tamaño.
6. Una vez que la masa ha subido, sácala del bol y presiónala suavemente para sacar el aire. Dale forma a tu pan (puedes hacerlos en bollitos o en un solo pan grande).
7. Coloca la masa en una bandeja de horno forrada con papel para hornear. Cúbrelo de nuevo y déjalo reposar otros 30 minutos.
8. Precalienta el horno a 180°C (350°F). Barniza la parte superior del pan con huevo batido para un color dorado.
9. Hornea durante unos 25-30 minutos, o hasta que esté dorado y al golpearlo suene hueco.
10. Retira del horno y deja enfriar antes de cortar.
¡Consejos para un Pan Perfecto!
– Si quieres darle un toque especial, prueba agregar un poco de esencia de vainilla a la mezcla.
– Este pan se puede congelar muy bien. Simplemente envuélvelo en film transparente y guárdalo en el congelador. Cuando lo desees, sácala y deja que se descongele a temperatura ambiente.
– ¡No olvides experimentar! Puedes rellenar el pan con chocolate o churros de canela si te apetece un poco más de dulce.
Espero que disfrutes esta receta tanto como yo y que te llene de nostalgia. No hay nada como el aroma del pan recién horneado en casa. Si te animas a hacerlo, estaré encantada de escuchar tus comentarios. ¡Feliz horneado!