¿Alguna vez has probado un plato que te haga sentir como si estuvieras en una trattoria italiana en medio de Roma? Para mí, eso es el Pollo Parmesano. La combinación de pollo crujiente, salsa de tomate casera y un manto de queso derretido es simplemente irresistible. Este plato me trae recuerdos de cenas familiares donde todos estaban alrededor de la mesa, compartiendo risas y buena comida. Además, me encanta cómo cada bocado se siente como un pequeño abrazo de sabor. ¡Es una explosión de felicidad en cada bocado!
Lo que más me encanta de esta receta es la versatilidad. Puedes disfrutarla con pasta, en un sándwich o incluso acompañada de una ensalada fresca. Cada vez que la hago, me siento como una chef italiana, y cada vez, mis amigos y familiares piden más. Así que hoy, quiero compartir contigo mi querida receta de Pollo Parmesano. ¡Prepárate para deleitar tus papilas gustativas!
¿Qué lleva el Pollo Parmesano?
Pollo: La estrella de este plato. Elige pechugas de pollo frescas y jugosas. Me gusta optar por pechugas orgánicas si puedo, ya que son más sabrosas y saludables.
Pan rallado: Necesitamos esto para obtener ese hermoso exterior crujiente. Yo prefiero el pan rallado integral porque le da una textura y un sabor extra.
Queso parmesano: El alma de este plato. Asegúrate de usar queso parmesano de buena calidad, ya que realmente marca la diferencia. Me gusta rallar queso fresco en el momento para que tenga un sabor más vibrante.
Salsa de tomate: Puedes usar salsa casera o comprada. Si optas por hacerla tú mismo, ¡te prometo que vale la pena! Una mezcla de tomates, ajo y albahaca crea una explosión de sabor.
Albahaca fresca: Esta hierba aromática añade un toque de frescura que complementa perfectamente el plato. No dudes en ser generoso con ella.
Aceite de oliva: Fundamental para dorar el pollo y darle un sabor adicional. Siempre uso aceite de oliva virgen extra.
¿Es bueno para ti el Pollo Parmesano?
El Pollo Parmesano no es solo deliciosa comida reconfortante, también tiene algunos beneficios.
Pollo: Rico en proteínas, es perfecto para quienes buscan una comida satisfactoria y nutritiva.
Queso parmesano: Aunque es un poco grasoso, en moderación aporta calcio y otros nutrientes esenciales.
Claro, el pan y la salsa pueden sumar un poco de carbohidratos y azúcares, pero cuando se disfruta con moderación, ¡no hay problema! Eso sí, si estás cuidando tu ingesta de calorías, quizás sea bueno acompañarlo con una ensalada fresca. ¡Así equilibras el plato!
Ingredientes
– 4 pechugas de pollo
– 1 taza de pan rallado integral
– 1/2 taza de queso parmesano rallado
– 2 tazas de salsa de tomate
– 1/4 taza de albahaca fresca (picada)
– 1/4 de taza de aceite de oliva
– Sal y pimienta al gusto
Esta receta sirve cómodamente a 4 personas.
¿Cómo hacer Pollo Parmesano?
1. Precalienta el horno a 200°C (400°F).
2. En un plato hondo, mezcla el pan rallado con el queso parmesano, sal y pimienta.
3. Cubre cada pechuga de pollo con una ligera capa de aceite de oliva, luego pásalas por la mezcla de pan y queso, asegurándote de que queden bien cubiertas.
4. Calienta un poco de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Dora las pechugas por ambos lados, aproximadamente 5 minutos por cada lado.
5. En una fuente para horno, coloca las pechugas doradas. Cubre con salsa de tomate y espolvorea con albahaca fresca.
6. Hornea durante 20-25 minutos o hasta que el pollo esté completamente cocido y el queso burbujeante.
7. Sirve caliente, con un poco más de albahaca fresca por encima si lo deseas.
Variaciones y Consejos: ¡Sazón a tu gusto!
– Si te gusta el picante, agrega un poco de pimiento rojo triturado a la salsa.
– Para una versión más ligera, usa pechugas de pollo al horno sin necesidad de freír.
– Sirve el Pollo Parmesano sobre una cama de espaguetis o con una ensalada mixta para una comida aún más completa.
Sé que disfrutarás de este Pollo Parmesano tanto como yo. Es uno de esos platos que siempre me hacen sonreír, y estoy segura de que hará lo mismo por ti y tus seres queridos. No dudes en probar esta receta y compartir tus experiencias. Espero escuchar cómo te quedó. ¡Buon Appetito!