Pollo estilo KFC paso a paso

¡Hola amigos! Hoy quiero compartir con ustedes una de mis recetas favoritas, algo que me transporta directo a esos días de jubilación cuando todo lo que necesitaba era un buen trozo de pollo crujiente. ¿A quién no le encanta el pollo frito? En mi casa, el “pollo estilo KFC” es un clásico que no falta en las celebraciones ni en esas noches de antojos.

Recuerdo la primera vez que intenté hacer pollo frito en casa. Fue un experimento algo desastroso, ya que pensé que solo bastaba con freírlo en aceite caliente. Spoiler alert: no quedó nada crujiente. Pero después de varias pruebas y un par de recetas que recopilé de mis abuelas, finalmente encontré la combinación perfecta. ¡Y hoy, estoy emocionado de compartirla con ustedes!

¿Qué lleva el Pollo estilo KFC?

Pollo: Por supuesto, el ingrediente estrella. Utilizo muslos y pechugas para una combinación ideal de jugosidad y crujiente. Puedes optar por la parte que más te guste.

Harina: Esencial para crear ese rebozado crujiente, yo opto por harina de trigo, pero puedes usar harina integral si prefieres una opción más saludable.

Especias: Aquí es donde la magia sucede. Sal, pimienta, pimentón, ajo en polvo y una pizca de cayena. Estas especias son las que le dan ese sabor inolvidable.

Suero de leche: Este ingrediente es clave, ya que ayuda a ablandar el pollo y le da un sabor delicioso. Si no tienes suero de leche, puedes hacer una mezcla con leche y un poco de vinagre.

Aceite: Usar aceite vegetal o de cacahuate hará que el pollo quede dorado y crujiente. ¡No escatimes en cantidad, que queremos un buen frito!

¿Es bueno para ti el Pollo estilo KFC?

El pollo frito tiene su lugar en una dieta equilibrada, pero como todo, la moderación es clave.

Pollo: Es una excelente fuente de proteína, que es esencial para la construcción y reparación del tejido muscular. ¡Perfecto para esos días de actividad!

Harina: Aunque puede tener un alto contenido de carbohidratos, si optas por harina integral, obtendrás algunos beneficios adicionales como fibra.

Suero de leche: Este ingrediente aporta probióticos que pueden ser beneficiosos para la salud digestiva. Pero recuerda, no es dietético, así que no es algo para comer todos los días.

Ingredientes

– 1 kg de pollo (muslos y pechugas)
– 1 taza de harina de trigo
– 1 cucharadita de sal
– 1/2 cucharadita de pimienta negra
– 1 cucharadita de pimentón
– 1 cucharadita de ajo en polvo
– 1/2 cucharadita de cayena (opcional)
– 1 taza de suero de leche
– Aceite para freír (suficiente para cubrir el pollo)

Rinde para 4 porciones.

¿Cómo hacer Pollo estilo KFC?

1. Primero, enjuaga el pollo con un poco de agua fría y sécalo con toallas de papel.
2. En un tazón grande, mezcla la harina, sal, pimienta, pimentón, ajo en polvo y cayena. Esta mezcla será el rebozado.
3. En otro tazón, coloca el suero de leche.
4. Sumerge cada pieza de pollo en el suero de leche y luego pásalo por la mezcla de harina asegurándote de cubrirlo bien.
5. Calienta aceite en una sartén grande a fuego medio-alto, asegúrate de que esté caliente antes de agregar el pollo (puedes probar con un poco de harina; si burbujea, ¡ya está listo!).
6. Fría el pollo en partes, no llenes demasiado la sartén para que se cocine bien y quede crujiente. Cocina alrededor de 12-15 minutos por cada lado o hasta que esté dorado y cocido por dentro.
7. Coloca el pollo frito en papel toalla para absorber el exceso de aceite.

Secretos del Pollo Perfecto

– Deja marinar el pollo en el suero de leche por unas horas o toda la noche para que esté más tierno.
– Experimenta con diferentes especias según tu gusto; la mezcla de especias puede variar y así descubrirás combinaciones deliciosas.
– Sírvelo con puré de papas y salsa, ensalada de col o simplemente una buena porción de patatas fritas.

Espero que te animes a probar esta receta de Pollo estilo KFC en casa. Estoy seguro de que te encantará tanto como a mí. Si lo haces, ¡no olvides compartir tu experiencia y cómo quedó! La cocina es un lugar para experimentar y recordar, así que diviértete y deja que los sabores hablen por sí mismos. ¡Buen provecho!

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