¿Alguna vez te has encontrado con un postre que te hace sentir como si estuvieras disfrutando de un día soleado en la playa? Eso es exactamente lo que siento cada vez que preparo este delicioso pastel de yogur y mango. Recuerdo la primera vez que lo hice; era un día de verano y decidí sorprender a mis amigos en una reunión. El olor del mango maduro y la suavidad del yogur se mezclaban en la cocina, creando una atmósfera tan alegre que todos se lanzaron a la mesa en cuanto lo sacamos del horno. ¡Fue un éxito rotundo!
Este pastel no solo es fácil de hacer, sino que también es fresco y ligero, perfecto para cualquier ocasión. Además, el contraste entre la cremosidad del yogur y la dulzura del mango es simplemente irresistible. Así que, si quieres encantarte con un pedazo de este pastel tropical, ¡sigue leyendo!
¿Qué lleva el Pastel de Yogur y Mango?
Mango: El protagonista de esta receta. Me gusta usar mangos maduros, esos que están súper dulces y jugosos. Si no están en temporada, puedes usar mango congelado, ¡aunque el fresco siempre gana puntos!
Yogur natural: La base cremosa que da vida a este pastel. Puedes optar por yogur griego si prefieres una textura más espesa. Además, el yogur le aporta un toque ácido que complementa perfectamente la dulzura del mango.
Harina: La que utilizaré es harina de trigo común. Si quieres una opción sin gluten, ¡adelante! Prueba con harina de almendra o de avena.
Azúcar: Este dulce amigo es necesario para realzar el sabor del mango. Puedes ajustar la cantidad según tu gusto o reemplazarlo por un edulcorante natural.
Huevos: Les dan estructura y esponjosidad a nuestro pastel. No puedo evitar sonreír al ver cómo se levanta la mezcla al hornearse.
Levadura en polvo: La clave para que nuestro pastel suba y se mantenga ligero y aireado.
Ingredientes
– 2 mangos maduros, pelados y picados
– 400 g de yogur natural (opcionalmente yogur griego)
– 200 g de harina de trigo
– 150 g de azúcar (ajustar al gusto)
– 3 huevos
– 1 sobre de levadura en polvo (unos 15 g)
Esta receta sirve aproximadamente para 8 porciones. ¡Perfecto para compartir!
¿Es bueno para ti el Pastel de Yogur y Mango?
No puedo evitar mencionar que este pastel tiene algunos beneficios que lo hacen un poco más ligero en comparación con otros postres. Pero, como siempre, hay detalles a considerar.
Mango: Aporta vitaminas A y C, además de fibra. Es una fruta exquisita que solo añade buena vibra a tu postre.
Yogur: Es una fuente de probióticos, lo que significa ayudar a tu digestión, y si eliges el yogur griego, también estás incorporando proteínas. ¡Un win-win!
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque es más saludable, sigue siendo un postre. Moderación es la clave, especialmente si tienes sensibilidad al azúcar o algún problema digestivo relacionado con productos lácteos.
¿Cómo hacer Pastel de Yogur y Mango?
1. Precalienta el horno a 180°C (350°F).
2. En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa.
3. Agrega el yogur y mezcla bien.
4. Incorporar los mangos picados y mezclar suavemente.
5. En un recipiente separado, mezcla la harina y la levadura en polvo, luego añade gradualmente a la mezcla de yogur y mango, batiendo hasta que todo esté bien combinado.
6. Vierte la masa en un molde previamente engrasado y hornea durante 30-40 minutos, o hasta que un palillo salga limpio al introducirlo en el centro.
7. Deja enfriar antes de desmoldar y servir.
Consejos y Variaciones para un Pastel Perfecto
Si eres como yo y te encanta experimentar en la cocina, aquí van algunas sugerencias:
– Añade un poco de ralladura de limón o de naranja a la mezcla para un toque cítrico que realza los sabores.
– Puedes sustituir el azúcar por miel o jarabe de agave para un toque más natural.
– Si quieres un pastel más sofisticado, agrega un glaseado de queso crema en la parte superior. ¡Delicioso!
Así que ya sabes, ¡es hora de poner manos a la obra! No hay nada como el aroma de un pastel de yogur y mango horneándose en casa. Estoy segura de que cuando lo pruebes, recordarás este momento y tal vez desees hacerlo cada verano. Me encantaría saber cómo te salió, así que no dudes en compartir tus experiencias. ¡Feliz horneado!