¡Hola, amigos! Hoy quiero compartir con ustedes una de mis recetas favoritas: el pastel de chocolate y café. Desde que era pequeña, he tenido una relación especial con el chocolate. Recuerdo que mi abuela siempre decía que el chocolate podía arreglar cualquier mal día, y ¿quién podría contradecir eso? Así que, cuando combinas chocolate con café, es como si el universo se alineara y te abrazara. Este pastel ha sido la estrella de tantas celebraciones, desde cumpleaños hasta reuniones familiares donde todos terminamos chupándonos los dedos.
Cada vez que lo horneo, el aroma del chocolate y el café llenan mi casa y me hacen sentir que estoy en una pastelería. No hay nada como el momento en que saco ese pastel del horno y lo huelo. ¿Quién puede resistirse a un bocado? Prepárense, porque estoy a punto de llevarlos en un viaje dulce que seguramente les hará sonreír.
¿Qué lleva el Pastel de Chocolate y Café?
Chocolate negro: El protagonista de este pastel. Estoy obsesionada con el chocolate amargo, ya que le da un sabor profundo y rico. Te sugiero que uses uno que tenga al menos un 70% de cacao para un toque extra de intensidad.
Café: Un buen café recién hecho no solo realza el sabor del chocolate, sino que también aporta un ligero toque de amargor. Utiliza tu café favorito, ya sea espresso o una buena taza de café filtrado.
Harina: La base del pastel. Prefiero usar harina de trigo normal para la textura perfecta. Asegúrate de tamizarla para evitar grumos.
Aceite vegetal: Esto ayuda a que el pastel sea húmedo y tierno. Puedes usar aceite de girasol o canola.
Azúcar: Aquí es donde entramos en el terreno dulce. El azúcar moreno añade un toque de caramelo que se complementa perfectamente con el chocolate.
Huevos: Los encargados de aportar estructura y esponjosidad al pastel.
Polvo de hornear: Esencial para darle ese impulso de esponjosidad.
Sal: Un poco de sal realza los sabores de los otros ingredientes.
¿Es bueno el Pastel de Chocolate y Café?
Este pastel, aunque indulgente, tiene algunos beneficios que no podemos ignorar. El chocolate negro es rico en antioxidantes y puede ser beneficioso para el corazón. Además, el café está lleno de antioxidantes y algunos estudios sugieren que el consumo moderado puede mejorar el estado de ánimo y la concentración. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, como cualquier postre, debe disfrutarse con moderación. El azúcar puede ser un inconveniente si se consume en exceso, así que siempre es bueno acompañarlo con un vaso de agua o una ensalada fresca como contrapunto.
Ingredientes
– 200 g de chocolate negro (al menos 70% cacao)
– 1 taza de café recién hecho
– 1 ½ tazas de harina de trigo
– ½ taza de aceite vegetal
– 1 taza de azúcar moreno
– 3 huevos
– 1 ½ cucharaditas de polvo de hornear
– ¼ de cucharadita de sal
Esta receta rinde aproximadamente 8 porciones.
¿Cómo hacer el Pastel de Chocolate y Café?
1. Precalentamos el horno a 180°C y engrasamos un molde para pastel.
2. En un tazón grande, derretimos el chocolate negro a baño maría o en el microondas, y luego dejamos enfriar un poco.
3. Añadimos el café caliente al chocolate derretido y mezclamos bien.
4. En otro tazón, batimos los huevos con el azúcar hasta que estén bien combinados y espumosos.
5. Añadimos la mezcla de chocolate y café a los huevos y seguimos batiendo.
6. Incorporamos el aceite y mezclamos hasta combinar.
7. En un tazón aparte, tamizamos la harina, el polvo de hornear y la sal. Luego, los agregamos a la mezcla húmeda, combinando suavemente.
8. Vertemos la mezcla en el molde engrasado y horneamos durante unos 30-35 minutos, o hasta que un palillo salga limpio.
9. Dejar enfriar el pastel durante 10 minutos antes de desmoldar.
Sugerencias para disfrutar tu pastel
Aquí van algunos trucos y sugerencias que he aprendido con el tiempo. Puedes espolvorear un poco de azúcar en polvo por encima antes de servir, o incluso un chorrito de crema batida para aquellos momentos en que realmente quieres impresionar. También puedes acompañarlo con una bola de helado de vainilla o naranja que hará que ese chocolate y café brillen aún más.
Espero que disfruten haciendo (y comiendo) este pastel tanto como yo. Me encantaría saber cómo les va, así que no duden en compartir sus experiencias y variantes. ¡A hornear!