Pastel de albaricoques secos y almendras

Ah, el pastel de albaricoques secos y almendras… ¡Qué delicia! Este pastel es una de mis recetas favoritas, no solo por su maravilloso sabor, sino también por los recuerdos que evoca. Recuerdo la primera vez que hice este pastel con mi abuela. Ella siempre decía que cada bocado debía tener un poquito de amor y, por suerte, este pastel está lleno de ese mismo amor. Es perfecto para cualquier ocasión, ya sea un cumpleaños, una merienda con amigos o simplemente un capricho personal con una taza de café.

Lo que hace que este pastel sea tan especial es la combinación de albaricoques secos, que son dulces y ligeramente ácidos, con la textura crujiente de las almendras. Cuando horneas esto, la cocina se llena de un aroma que te hace sentir como si estuvieras en una panadería europeas, ¡muy reconfortante! Así que, si estás buscando un postre que sorprenda y sea fácil de preparar, sigue leyendo.

¿Qué hay en el pastel de albaricoques secos y almendras?

Albaricoques secos: Estos pequeños tesoros son el alma del pastel. Aportan un dulzor natural y una textura jugosa que se complementa muy bien con las almendras. Me gusta optar por albaricoques de calidad, sin azúcares añadidos.

Almendras: Las almendras, tanto enteras como en trozos, añaden un crujido delicioso. Si tengo la opción, siempre elijo almendras tostadas, ya que el tueste resalta su sabor.

Harina: Básica y esencial, la harina es el ingrediente que une todo. Prefiero usar harina de trigo integral para darle un toque más rústico.

Azúcar: No hay pastel sin un toque dulce. Cualquier azúcar que tengas en casa sirve; a mí me gusta el azúcar moreno por su sabor más profundo.

Mantequilla: La mantequilla ayuda a que el pastel esté húmedo y sabroso. No puedes equivocarte con una buena mantequilla sin sal.

Huevos: Los huevos proporcionan estructura y aireación, lo que hace que el pastel sea ligero.

Levadura en polvo: Fundamental para que el pastel suba y tenga una textura esponjosa.

¿Es bueno el pastel de albaricoques secos y almendras?

¡Por supuesto! Este pastel no solo es delicioso, sino que también ofrece algunos beneficios.

Albaricoques secos: Ricos en fibra y antioxidantes, estos pequeños frutos ayudan a la digestión y aportan nutrientes como la vitamina A.

Almendras: Son una fuente fantástica de grasas saludables, proteínas y vitaminas. Además, pueden ayudar a mantener la piel saludable.

Sin embargo, ten en cuenta que, aunque es más saludable que muchos postres, sigue siendo un pastel y está hecho con azúcar y mantequilla. Así que disfrútalo con moderación, especialmente si estás cuidando tu ingesta de calorías.

Ingredientes

– 200 g de albaricoques secos
– 150 g de almendras (pueden ser enteras o en trozos)
– 250 g de harina de trigo integral
– 150 g de azúcar moreno
– 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
– 3 huevos
– 1 cucharadita de levadura en polvo
– Una pizca de sal
– 100 ml de agua (para hervir los albaricoques)

Esta receta rinde aproximadamente 8 porciones.

¿Cómo hacer pastel de albaricoques secos y almendras?

1. Precalienta el horno a 180°C (350°F).
2. Lleva los albaricoques secos a hervir en una olla con 100 ml de agua durante unos 5 minutos para que se ablanden. Luego, escúrrelos y pica en trozos pequeños.
3. En un bol grande, bate la mantequilla con el azúcar moreno hasta que esté cremosa y suave.
4. Agrega los huevos, uno a la vez, asegurándote de que estén bien incorporados antes de añadir el siguiente.
5. En un tazón separado, mezcla la harina, la levadura en polvo y la pizca de sal.
6. Incorpora lentamente la mezcla de harina a los ingredientes húmedos, alternando con los albaricoques picados y las almendras.
7. Vierte la mezcla en un molde engrasado y hornea durante 40-45 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.
8. Deja enfriar en el molde por unos minutos y luego desmolda en una rejilla.

Delicias adicionales que puedes probar

Si te apetece experimentar, puedes agregar un poco de canela o incluso un toque de cardamomo para darle un giro aromático. También puedes cubrirlo con un poco de azúcar glas antes de servir, ¡o acompañarlo con una bola de helado de vainilla!

Me encantaría que probaras esta receta en casa. Cada bocado es como un abrazo cálido, y estoy segura de que te hará sonreír. No dudes en compartir tu versión, y si tienes algún truco especial, ¡me encantaría escucharlo! ¡Feliz horneada!