En la cocina, a menudo buscamos platos reconfortantes que nos hagan sentir como en casa. Y las papas gratinadas con queso son definitivamente uno de esos platos. Con capas de papas tiernas y cremosa salsa de queso, este plato es perfecto para compartir con familiares y amigos en cualquier ocasión. ¡Así que prepárate para disfrutar de un verdadero festín con esta receta clásica de papas gratinadas con queso!
¿Por qué las papas gratinadas con queso son una delicia?
Las papas gratinadas con queso son una combinación irresistible de sabores y texturas. Las papas se cocinan a la perfección en una salsa cremosa de queso, que se derrite en la boca con cada bocado. Además, este plato es versátil y se puede adaptar fácilmente agregando ingredientes adicionales como tocino crujiente, cebolla caramelizada o hierbas frescas.
¿Para quién es esta receta?
Esta receta es perfecta para cualquier persona que busque un plato reconfortante y abundante para compartir con sus seres queridos. Es ideal para cenas familiares, fiestas o simplemente para consentirse con un poco de comodidad casera. Además, es una excelente opción para aquellos que siguen dietas vegetarianas, ya que las papas gratinadas con queso son naturalmente libres de carne.
Equipo de cocina necesario
- Fuente para hornear
- Cuchillo afilado
- Tabla de cortar
- Sartén grande
- Espátula
Ingredientes:
- 1 1/2 libras (aproximadamente 680 g) de papas, peladas y cortadas en rodajas finas
- 2 tazas (aproximadamente 200 g) de queso cheddar rallado
- 1 taza (240 ml) de crema espesa
- 2 dientes de ajo, picados
- 2 cucharadas de mantequilla
- Sal y pimienta al gusto
- Perejil fresco picado, para decorar (opcional)
Instrucciones:
- Precalienta el horno a 375°F (190°C) y engrasa ligeramente una fuente para hornear.
- En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega el ajo picado y cocina hasta que esté fragante, aproximadamente 1 minuto.
- Agrega la crema espesa a la sartén y lleva a ebullición. Reduce el fuego y deja cocinar a fuego lento durante unos minutos hasta que la crema espese ligeramente. Retira del fuego y sazona con sal y pimienta al gusto.
- Coloca una capa de rodajas de papas en la fuente para hornear preparada. Vierte una parte de la salsa de crema sobre las papas y espolvorea con queso cheddar rallado.
- Repite el proceso hasta que todas las papas, salsa y queso se hayan utilizado, terminando con una capa de queso en la parte superior.
- Cubre la fuente para hornear con papel de aluminio y hornea en el horno precalentado durante 45-50 minutos, o hasta que las papas estén tiernas.
- Retira el papel de aluminio y hornea por otros 10-15 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
- Retira del horno y deja reposar las papas gratinadas durante unos minutos antes de servir. Espolvorea con perejil fresco picado si lo deseas. ¡Buen provecho!
Almacenamiento:
Las sobras de papas gratinadas con queso se pueden refrigerar en un recipiente hermético por hasta 3 días. Para recalentar, simplemente colócalas en el horno a 350°F (175°C) hasta que estén calientes en el centro.
Sugerencias de maridaje:
Estas papas gratinadas con queso son deliciosas por sí solas, pero también se pueden disfrutar como acompañamiento de una variedad de platos principales. Prueba servirlas con un filete jugoso a la parrilla, pollo asado o una ensalada fresca para una comida completa y satisfactoria.
Preguntas frecuentes:
¿Puedo usar otro tipo de queso en lugar de cheddar?
Sí, puedes experimentar con diferentes tipos de queso según tus preferencias. El queso suizo, gouda o gruyere son buenas opciones para variar el sabor de las papas gratinadas.
¿Puedo preparar este plato con anticipación?
Sí, puedes preparar las papas gratinadas con queso con anticipación y refrigerarlas sin hornear. Simplemente cubre la fuente para hornear con papel de aluminio y refrigérala hasta por 24 horas antes de hornear según las instrucciones.
¿Puedo hacer esta receta sin crema espesa?
Si no tienes crema espesa a mano, puedes sustituirla por leche entera mezclada con un poco de harina para espesar la salsa. Sin embargo, ten en cuenta que la textura y el sabor pueden variar ligeramente.
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