¡Hola amigos! Hoy quiero compartir con ustedes una de mis recetas favoritas: las galletas de avena con pasas. Desde que era niño, mi abuela siempre las preparaba para nosotros en las tardes de domingo. Recuerdo que el aroma dulce se extendía por toda la casa y cada vez que veía salir esas galletas del horno, llenas de pasas doradas, no podía resistirme a una (o dos). Para mí, estas galletas no solo son un delicioso capricho, sino también una conexión emocional con momentos felices de mi infancia.
Lo que me encanta de estas galletas es que no solo son suaves y masticables, sino que también están repletas de ingredientes saludables. Aunque las galletas son un placer, aquí les cuento cómo hacer una opción que no solo satisface el antojo, ¡sino que también hace bien! Así que sin más preámbulo, ¡vamos a meternos en la cocina!
¿Qué ingredientes llevan las galletas de avena con pasas?
Avena: La estrella de la mezcla, rica en fibra, ¡y le da esa textura masticable que tanto amamos! Uso avena integral para un sabor más profundo y perfil de nutrientes.
Pasas: Dulces y jugosas, son el toque perfecto. A mí me gusta elegir las pasas oscuras porque son más suaves, pero puedes usar las doradas si prefieres un sabor más sutil.
Harina: La base que une todo. Yo prefiero usar harina integral para un extra de fibra, aunque la harina blanca convencional también funciona perfectamente.
Azúcar moreno: Este tipo de azúcar le da un agradable sabor a caramelo y hace que las galletas sean más húmedas. Siempre elijo azúcar moreno orgánico para garantizar la mejor calidad.
Levadura en polvo: Este ingrediente es esencial para que las galletas suban un poco y queden tiernas. No te saltes este paso, sigue mi consejo.
Extracto de vainilla: Siempre le da un toque especial, un sabor que hace sonreír a cualquiera.
Mantequilla: Yo uso mantequilla sin sal, que se mezcla perfectamente con el azúcar y realza los sabores de las galletas. ¡Es el secreto para unas galletas perfectas!
¿Son buenas para ti las galletas de avena con pasas?
Esta receta es realmente buena para ti en muchos sentidos. La avena es conocida por sus propiedades para la salud del corazón y es una excelente fuente de fibra, que ayuda a mantener a raya el colesterol. Además, las pasas son una gran fuente de antioxidantes y minerales, como el potasio. Sin embargo, es importante recordar que aunque estas galletas tienen ingredientes saludables, ¡pueden ser un poco altas en azúcar y calorías! Disfrútalas con moderación y siempre acompáñalas con un buen vaso de leche o una taza de té.
Ingredientes
– 1 taza de mantequilla a temperatura ambiente
– 1 taza de azúcar moreno
– ½ taza de azúcar blanco
– 2 huevos
– 1 cucharadita de extracto de vainilla
– 1 ½ taza de harina
– 3 tazas de avena
– 1 cucharadita de levadura en polvo
– 1 taza de pasas
Rinde para 24 galletas.
¿Cómo hacer galletas de avena con pasas?
1. Precalienta el horno a 180°C (350°F).
2. En un tazón grande, bate la mantequilla junto con el azúcar moreno y el azúcar blanco hasta que la mezcla se vuelva cremosa.
3. Agrega los huevos uno a uno, mezclando bien después de cada adición. Luego, incorpora el extracto de vainilla.
4. En un tazón separado, mezcla la harina, la levadura en polvo y la avena.
5. Incorpora lentamente los ingredientes secos a la mezcla húmeda, hasta que estén bien combinados.
6. Agrega las pasas y mezcla suavemente. Me gusta hacerlo con una espátula para no romperlas.
7. Con la ayuda de una cuchara para helados, coloca montones de masa en una bandeja para hornear con papel encerado, dejando espacio entre cada uno.
8. Hornea durante 10-12 minutos, o hasta que los bordes estén dorados y el centro se vea un poco suave.
9. Saca las galletas del horno y deja enfriar en la bandeja durante unos minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen completamente.
Consejos para unas galletas perfectas
Si quieres darle un giro a esta receta, puedes añadir nueces picadas o incluso chocolate negro troceado. Estos ingredientes no solo le darán un buen sabor, sino que también aumentarán el valor nutricional. Y recuerda, dejar que la masa repose en el refrigerador durante al menos 30 minutos antes de hornear puede ayudar a que las galletas mantengan su forma y no se expandan demasiado. También suelen salir mejor si las horneas en lotes, ¡así te aseguras de que todas queden iguales!
No hay nada como disfrutar de galletas recién horneadas con una buena conversación, así que anímate a prepararlas y comparte tu experiencia. Estoy segura de que te encantarán tanto como a mí. ¡Buen provecho y a disfrutar!