Me encanta la cocina dulce y, cuando se trata de postres reconfortantes, nada se compara con unas deliciosas natillas. Este clásico postre español me trae recuerdos de mi infancia, cuando mi abuela hacía su versión cada vez que alguien de la familia estaba enfermo o simplemente necesitaba un poco de cariño. Cada cucharada es como un abrazo cálido y suave, y el aroma de la vainilla me transporta a esos días de cocina compartida en la casa familiar. ¡Es difícil resistirse a su cremosidad!
Las natillas son muy versátiles y se pueden disfrutar frías o a temperatura ambiente, lo que las convierte en el postre perfecto para cualquier ocasión. ¿Y quién no ama ese toque de canela espolvoreada por encima? ¡Es como la guinda del pastel! Si nunca has probado hacer natillas en casa, te animo a que lo intentes; es más fácil de lo que piensas y seguro que dejará a todos con ganas de más.
¿Qué llevan las Natillas?
Leche: La base de nuestras natillas. A mí me gusta usar leche entera para que queden bien cremosas, pero puedes optar por leche semi-descremada si prefieres algo más ligero.
Yemas de huevo: Son las encargadas de dar esa textura rica y cremosa que todos amamos. No escatimes en este ingrediente, porque las natillas sin yemas no serían lo mismo.
Azúcar: El dulce protagonista que realza cada sabor en el postre. Puedes ajustar la cantidad de azúcar según tu preferencia, pero tampoco te pases; con un toque dulce es suficiente.
Maicena: Este ingrediente es el secreto para que las natillas tengan la consistencia perfecta. Al combinarla con las yemas, se asegura que el postre no quede demasiado líquido.
Vainilla: El sabor que hace que las natillas sean irresistibles. Si puedes, usa una vaina de vainilla para un sabor más auténtico, aunque el extracto de vainilla también funciona muy bien.
Canela: Indispensable para espolvorear por encima y darle un toque aromático. Este sabor recuerda a la tradición y a la calidez del hogar.
¿Las Natillas son buenas para ti?
Las natillas, aunque son un postre, tienen algunos beneficios saludables, especialmente si las preparas en casa en lugar de comprar versiones comerciales que pueden contener conservantes y aditivos.
Leche: Es una fuente excelente de calcio y proteínas, vitales para nuestros huesos y tejidos.
Yemas de huevo: Son ricas en nutrientes, como la colina, que es importante para la salud del cerebro, aunque se deben consumir con moderación debido a su contenido en colesterol.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que las natillas son relativamente altas en azúcar y calorías, así que será mejor disfrutarlas como un capricho ocasional y no como una rutina diaria.
Ingredientes
– 1 litro de leche entera (puedes usar leche semi-descremada si prefieres)
– 4 yemas de huevo
– 150 gramos de azúcar (ajusta al gusto)
– 40 gramos de maicena
– 1 vaina de vainilla o 1 cucharadita de extracto de vainilla
– 1 cucharadita de canela en polvo (para espolvorear)
Esta receta rinde aproximadamente para 6 porciones generosas. ¡Listo para compartir o disfrutar en solitario!
¿Cómo hacer Natillas?
1. En una cacerola, calienta la leche a fuego medio. Si usas la vaina de vainilla, ábrela y raspa las semillas, añadiéndolas a la leche junto con la vaina. Si usas extracto, agrégalo más adelante.
2. En un bol aparte, bate las yemas de huevo con el azúcar y la maicena hasta obtener una mezcla homogénea y suave.
3. Cuando la leche comience a hervir suavemente, retira del fuego y añade un poco a la mezcla de las yemas para templarlas (esto evitará que se coagulen).
4. Vuelve a verter la mezcla de yemas en la cacerola con el resto de la leche y cocina a fuego lento, removiendo constantemente hasta que espese. Esto puede tardar unos minutos.
5. Una vez que obtengas la consistencia deseada, retira del fuego y si no usaste vaina de vainilla, añade el extracto de vainilla a esta mezcla.
6. Vierte las natillas en recipientes individuales o en un tazón grande y deja enfriar a temperatura ambiente antes de refrigerar por al menos 2 horas.
7. Antes de servir, espolvorea con un poco de canela en polvo.
Consejos para unas Natillas Perfectas
– Asegúrate de remover constantemente mientras cocinas las natillas, para evitar que se peguen al fondo de la cacerola.
– Si buscas un toque extra, puedes añadir un poco de cáscara de limón o naranja a la leche mientras se calienta.
– Para una presentación bonita, puedes usar galletas de soletilla como decoración o simplemente dejarlas caer por encima justo antes de servir.
Espero que te animes a probar esta deliciosa receta de natillas en casa. Estoy segura de que te encantará tanto como a mí. Cuando las pruebes, no olvides compartirme tu experiencia y tus propios trucos. ¡Feliz cocina!