Introducción
La migaja de ruibarbo es un postre clásico que combina la acidez del ruibarbo con un topping crujiente y dulce. Este postre es ideal para disfrutar durante el verano, cuando el ruibarbo está en temporada, o en cualquier época del año para un toque reconfortante. La combinación de sabores y texturas hace de este postre una opción perfecta para después de la cena o para acompañar una taza de café o té. ¡Sigue esta receta para preparar una migaja de ruibarbo que encantará a todos!
Ingredientes
- Para el relleno de ruibarbo:
- 4 tazas de ruibarbo fresco, pelado y cortado en trozos de 2.5 cm (1 pulgada)
- 1 taza de azúcar
- 1/4 taza de maicena
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 cucharadita de jugo de limón
- Para la migaja:
- 1 taza de harina para todo uso
- 1 taza de azúcar moreno
- 1/2 taza de mantequilla fría, cortada en cubos
- 1/2 taza de avena
- 1/4 cucharadita de sal
Instrucciones
- Preparar el horno y la fuente: Precalienta tu horno a 180°C (350°F). Engrasa ligeramente una fuente para hornear de aproximadamente 23×23 cm (9×9 pulgadas) o cúbrela con papel pergamino.
- Preparar el relleno de ruibarbo: En un bol grande, mezcla el ruibarbo con el azúcar, la maicena, el extracto de vainilla y el jugo de limón. Revuelve bien hasta que el ruibarbo esté uniformemente cubierto. Transfiere la mezcla a la fuente para hornear.
- Preparar la migaja: En otro bol, mezcla la harina, el azúcar moreno y la sal. Agrega los cubos de mantequilla fría y trabaja la mezcla con un tenedor o con las yemas de los dedos hasta que tenga una textura arenosa y los trozos de mantequilla estén bien distribuidos. Incorpora la avena a la mezcla.
- Montar y hornear: Espolvorea la mezcla de migaja uniformemente sobre el relleno de ruibarbo. Hornea durante 40-45 minutos, o hasta que el relleno esté burbujeante y la migaja esté dorada y crujiente.
- Enfriar y servir: Deja enfriar la migaja de ruibarbo durante al menos 15 minutos antes de servir para permitir que el relleno se asiente un poco. Sirve tibia o a temperatura ambiente, sola o acompañada de una bola de helado de vainilla o crema batida, si lo prefieres.
Conclusión
¡Y ahí lo tienes! Una migaja de ruibarbo que es reconfortante y deliciosa, con un equilibrio perfecto entre la acidez del ruibarbo y la dulzura crujiente del topping. Este postre es perfecto para cualquier ocasión y es una excelente manera de disfrutar el ruibarbo en su mejor momento.