¿Alguna vez has probado malvaviscos caseros? Si no lo has hecho, déjame decirte que estás a punto de embarcarte en una deliciosa aventura. Recuerdo la primera vez que hice malvaviscos en casa; estaba en la cocina con mis amigos, riendo y llenando la casa de un dulce aroma que solo se puede describir como pura felicidad. Desde entonces, hacer malvaviscos se ha convertido en una tradición en mi hogar, especialmente durante las festividades o cuando simplemente queremos consentirnos un poco.
Lo que realmente me encanta de esta receta es lo fácil que es, y los malvaviscos caseros son mucho más suaves y esponjosos que los comprados en la tienda. Además, puedes personalizarlos con sabores y colores a tu gusto. Así que, ponte tu delantal y prepárate para una experiencia dulce.
¿Qué lleva este delicioso Malvavisco?
Gelatina: La gelatina es el ingrediente mágico que le da esa textura esponjosa. Generalmente uso gelatina sin sabor para que pueda agregar el sabor que prefiera.
Azúcar: Este es el dulce protagonista de nuestra receta. Utilizo azúcar común, pero puedes experimentar con azúcar moreno para un sabor más profundo.
Agua: Necesitamos agua para disolver la gelatina y crear el almíbar. El agua fría y el agua caliente tienen roles cruciales en esta receta.
Jarabe de maíz: Le da un brillo hermoso y ayuda a que los malvaviscos no se cristalizen. Yo prefiero usar jarabe de maíz claro, pero el oscuro también funciona.
Extracto de vainilla: Este es el toque de sabor que hace que los malvaviscos sean aún más irresistibles. El extracto puro de vainilla siempre es mi elección.
Azúcar glas: Para espolvorear al final, dándole ese acabado perfecto y evitando que se peguen unos a otros.
Ingredientes
– 3 sobres de gelatina sin sabor
– 1 taza de agua fría
– 2 tazas de azúcar
– 2/3 taza de jarabe de maíz
– 1/4 de cucharadita de sal
– 1 cucharadita de extracto de vainilla
– Azúcar glas para espolvorear
– Esta receta rinde aproximadamente 20 malvaviscos.
¿Son saludables los Malvaviscos Caseros?
¡Nunca pensé que haría una receta tan azucarada y luego hablaría de sus beneficios! Pero, en realidad, los malvaviscos caseros pueden ser un poco más amigables que los comprados.
Gelatina: Es una fuente de colágeno, lo que puede ser beneficioso para la piel y las articulaciones.
Azúcar: Aunque contiene azúcar, puedes controlar la cantidad que utilizas y optar por alternativas más naturales si así lo prefieres.
Jarabe de maíz: Sin embargo, ten cuidado con el jarabe de maíz, ya que puede aumentar rápidamente el contenido calórico y de carbohidratos.
Así que, en pequeñas porciones, claro que puedes disfrutar de estas delicias.
¿Cómo hacer Malvaviscos Caseros paso a paso?
1. En un tazón grande, mezcla los tres sobres de gelatina con 1/2 taza de agua fría. Déjalos reposar por unos minutos hasta que se absorba el agua.
2. En una cacerola mediana, combina el azúcar, el jarabe de maíz, 1/2 taza de agua y la sal. Lleva a fuego medio-alto hasta que el azúcar se disuelva y la mezcla alcance 115°C (use un termómetro de cocina para asegurar la temperatura).
3. Retira del fuego y vierte directamente sobre la gelatina. Mezcla con batidora eléctrica a velocidad alta durante aproximadamente 10 minutos o hasta que la mezcla se vuelva espesa y blanca.
4. Agrega el extracto de vainilla y mezcla por un minuto más.
5. Vierte la mezcla en un molde previamente engrasado, esparciendo de manera uniforme.
6. Deja reposar durante al menos 4 horas o hasta que esté firme.
7. Una vez firmes, corta los malvaviscos en cuadrados y espolvorea con azúcar glas.
¡Tips para unos Malvaviscos Perfectos!
– Si deseas darles un toque de sabor, ¡prueba agregar un poco de colorante alimentario!
– Puedes experimentar con sabores como menta o coco, simplemente sustituyendo el extracto de vainilla.
– Además, si no tienes un molde, ¡no dudes en usar una bandeja para hornear! Solo asegúrate de engrasarla bien.
Espero que te animes a hacer estos deliciosos malvaviscos caseros y que cuando lo hagas, llenes la casa de risas y dulces aromas. No te olvides de compartir tu experiencia, ¡me encantaría saber cómo te quedaron! ¡Feliz cocinado!