El Helado de Miel y Lavanda es una exquisita combinación de dulzura y aromas florales que convierte cualquier ocasión en algo especial. La miel aporta una dulzura natural y rica, mientras que la lavanda añade un toque sofisticado y perfumado. Este helado es ideal para disfrutar en una cálida tarde de verano o como un elegante postre después de una cena. Sigue esta receta para hacer en casa un helado que es tanto refrescante como refinado.
Ingredientes
Para preparar este delicado helado necesitarás:
- 500 ml de crema para batir
- 250 ml de leche
- 150 g de miel
- 2 cucharadas de flores de lavanda secas (asegúrate de que sean aptas para consumo)
- 4 yemas de huevo
- 100 g de azúcar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Instrucciones
- Infusiona la lavanda. En una cacerola pequeña, calienta la crema y la leche a fuego medio. Una vez que esté caliente (sin llegar a hervir), añade las flores de lavanda secas. Cocina a fuego lento durante unos 5-7 minutos para permitir que los sabores de la lavanda se infusionen en la mezcla. Retira del fuego y deja reposar durante 10 minutos. Luego, cuela la mezcla para eliminar las flores de lavanda.
- Prepara la mezcla de miel. En un bol grande, bate las yemas de huevo con el azúcar hasta que la mezcla esté cremosa y de color pálido. Gradualmente, incorpora la mezcla caliente de crema y leche a las yemas, batiendo constantemente para evitar que las yemas se coagulen.
- Cocina la mezcla. Vierte la mezcla de yemas y crema de vuelta a la cacerola y cocina a fuego lento, revolviendo constantemente con una espátula de silicona, hasta que la mezcla espese y cubra el dorso de la espátula. Esto debería tomar unos 8-10 minutos. No dejes que la mezcla hierva.
- Incorpora la miel y el extracto de vainilla. Retira la cacerola del fuego y añade la miel, revolviendo hasta que se disuelva completamente. Agrega el extracto de vainilla y mezcla bien.
- Enfriar la mezcla. Deja que la mezcla se enfríe a temperatura ambiente, luego transfiérela a un recipiente y refrigérala durante al menos 4 horas, o hasta que esté bien fría.
- Congelar el helado. Una vez que la mezcla esté fría, vierte la base en una máquina de helado y sigue las instrucciones del fabricante para congelar el helado. Generalmente, esto tomará unos 20-30 minutos. Si no tienes una máquina de helado, puedes colocar la mezcla en un recipiente apto para congelador y batir cada 30 minutos durante 2-3 horas para romper los cristales de hielo y lograr una textura más cremosa.
- Servir. Transfiere el helado a un recipiente hermético y congélalo durante al menos 2 horas antes de servir para que tome una buena consistencia.
Sugerencias para Servir
El Helado de Miel y Lavanda es delicioso por sí solo, pero también puedes acompañarlo con frutas frescas, como moras o frambuesas, o con una pizca de lavanda decorativa para un toque extra. Este helado también combina bien con un trozo de pastel de almendra o una galleta crujiente.
Variaciones
Si te gusta experimentar con sabores, puedes sustituir la lavanda por otras hierbas frescas, como romero o menta, para obtener una variedad de sabores florales o herbales.
Conclusión
El Helado de Miel y Lavanda es una delicia que combina la dulzura de la miel con el toque floral de la lavanda, ofreciendo un postre sofisticado y refrescante. Ideal para sorprender a tus invitados o para disfrutar de un capricho dulce en cualquier momento. ¡Prepáralo y déjate llevar por la suavidad y el aroma de este exquisito helado!