¡Hola, amigos! Hoy les quiero contar sobre uno de mis dulces favoritos: los canelés. Estos pequeños bocados de felicidad son originarios de Burdeos, Francia, y tienen una historia muy especial. Recuerdo la primera vez que los probé; estaba en una pequeña panadería en el corazón de la ciudad, y el aroma dulce y caramelizado me atrapó de inmediato. Fue amor a primera vista… o mejor dicho, a primer bocado. La combinación de su exterior crujiente y su interior suave y húmedo es una experiencia gastronómica que simplemente no se puede describir con palabras.
Hacer canelés puede parecer un poco intimidante, pero les prometo que es más fácil de lo que parece. Los invito a seguirme en esta aventura culinaria y descubrir el dulce mundo de los canelés. Prepárense para impresionar a sus amigos y familiares con este clásico francés que quedará grabado en su memoria, al igual que en la mía.
¿Qué lleva un canelé?
Harina:** La base de la masa, aportando textura. Utilizo harina de trigo de buena calidad para obtener mejores resultados.
Leche:** La leche entera es la que yo prefiero, ya que hacen que el interior sea cremoso y rico.
Huevos:** Los huevos aportan estructura y ayudan a que el canelé suba ligeramente. Siempre utilizo huevos frescos, ¡marcan la diferencia!
Azúcar:** El azúcar no solo endulza, sino que también carameliza en el exterior, dándole ese bello color dorado. Utilizo azúcar blanca granulada.
Ron:** Este es un ingrediente que no se puede omitir. El ron le da ese toque especial que los hace irresistibles. Prefiero un ron oscuro de buena calidad.
Extracto de vainilla:** Aporta un sabor profundo y delicioso. Usar extracto natural siempre es lo mejor en repostería.
¿Son buenos los canelés para ti?
Los canelés son un placer indulgente, así que no hay que exagerar. Pero, como todo en la vida, disfrutarlos con moderación es la clave. Aquí algunos beneficios y consideraciones:
Leche:** Ofrece calcio y proteínas, lo que es genial para nuestros huesos.
Huevos:** Son una excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales esenciales.
Ron:** Aunque es un licor, cuando se usa en pequeñas cantidades, le aporta sabor sin que impida el disfrute del dulce. Sin embargo, si buscas opciones sin alcohol, puedes sustituirlo por un poco de extracto de ron.
Ingredientes
– 500 ml de leche entera
– 2 huevos + 1 yema de huevo
– 100 g de harina
– 200 g de azúcar
– 50 ml de ron oscuro
– 1 cucharadita de extracto de vainilla
Esta receta rinde para 12 canelés.
¿Cómo hacer canelés?
1. En un cazo, calienta la leche junto con la vainilla hasta que esté a punto de hervir. Luego, retira del fuego y deja enfriar un poco.
2. En un bol grande, mezcla los huevos y la yema y añade el azúcar poco a poco hasta obtener una mezcla cremosa.
3. Incorpora la harina suavemente para evitar grumos.
4. Añade la leche tibia a la mezcla y mezcla bien hasta que todo esté combinado. Luego, añade el ron.
5. Deja reposar la masa en la nevera durante al menos 12 horas (esto es clave para conseguir el interior húmedo).
6. Precalienta el horno a 240°C y engrasa generosamente los moldes para canelés.
7. Llena los moldes hasta ¾ y hornea durante 45 minutos o hasta que estén bien dorados y con la costra crujiente.
8. Deja enfriar en los moldes unos minutos antes de desmoldar y disfrutar.
Secretos para un canelé perfecto
– Asegúrate de dejar reposar la masa el tiempo recomendado: esto ayudará a lograr la textura perfecta.
– Puedes experimentar con diferentes tipos de ron o incluso añadir un toque de canela o naranja para darles un nuevo giro.
– Sirve los canelés con un café o té, ¡son deliciosos!
Así que, amigos, ¡los animo a que se lancen a hacer canelés en casa! Estoy segura de que se convertirán en una de sus recetas favoritas. Y cuando lo hagan, no olviden contarme cómo les salió. ¡A disfrutar!