¡Hola, amigos! Hoy quiero compartir con ustedes una de mis recetas favoritas de la infancia: ¡albondigas! Estas deliciosas bolitas de carne son un clásico en muchas casas y siempre que las preparo, me transporto a la cocina de mi abuela. Recuerdo que ella pasaba horas en la cocina, llenando la casa con aromas irresistibles. Solo de pensarlo se me hace agua la boca.
Lo que me encanta de las albóndigas es lo versátiles que son. Se pueden servir con una salsa de tomate rica y espesa, en sopa, o incluso como parte de un sándwich. Ya sea que las hagas para una cena familiar o para una reunión con amigos, son siempre un éxito seguro. ¿Listos para meterse en la cocina? ¡Vamos a ello!
¿Qué lleva la receta de Albóndigas?
Carne molida: Yo suelo usar una mezcla de carne de res y cerdo, ya que esto aporta un gran sabor y jugosidad. Sin embargo, también puedes optar por carne de pavo o pollo si prefieres una opción más ligera.
Pan rallado: Esencial para darle estructura a nuestras albóndigas. El pan rallado ayuda a mantener la carne unida y ahorra un poco de humedad. Si deseas, puedes usar pan rallado integral para un toque más saludable.
Huevo: Junto con el pan rallado, el huevo actúa como aglutinante en la mezcla. También aporta un poco de riqueza a cada bocado.
Ajo y cebolla: Estos aromáticos son la base del sabor de nuestras albóndigas. Me gusta usar ajo fresco porque le da un sabor más potente y exquisito.
Hierbas frescas: El perejil y el orégano son mis favoritos. Le dan un frescor que complementa perfectamente la carne. Si no tienes hierbas frescas, ¡las secas también funcionan!
Salsa de tomate: Una buena salsa de tomate es el alma de las albóndigas. A mí me encanta hacer una salsa casera, pero siempre tengo un frasco de buena calidad a mano por si acaso.
¿Son buenas las Albóndigas para ti?
¡Claro! Las albóndigas pueden ser una opción nutritiva si se preparan con cuidado.
Carne molida: Proporciona una buena cantidad de proteínas que son esenciales para nuestro cuerpo. Las proteínas son importantes para la reparación de tejidos y el crecimiento muscular.
Ajo: No solo agrega sabor, sino que también tiene propiedades antibacteriales y puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico.
Sin embargo, si estás cuidando la ingesta de sodio, asegúrate de usar salsa de tomate baja en sodio y compra carne sin aditivos.
Ingredientes
– 500 g de carne molida (mezcla de res y cerdo)
– 1 taza de pan rallado
– 1 huevo
– 2 dientes de ajo picados
– 1/2 cebolla picada
– 2 cucharadas de perejil fresco picado
– 1 cucharada de orégano seco
– Sal y pimienta al gusto
– 2 tazas de salsa de tomate
Rinde: 4 porciones
¿Cómo hacer Albóndigas?
1. En un bol grande, mezcla la carne molida, pan rallado, huevo, ajo, cebolla, perejil y orégano.
2. Añade sal y pimienta al gusto. Mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén combinados, pero evita sobre mezclar.
3. Forma bolitas del tamaño de una nuez con la mezcla. Asegúrate de que queden bien compactas.
4. Calienta una sartén grande a fuego medio con un poco de aceite. Una vez caliente, añade las albóndigas y cocina por unos 8-10 minutos, girándolas regularmente para que se doren bien por todos lados.
5. Parse las albóndigas a una cacerola y cúbrelas con la salsa de tomate. Cocina a fuego lento durante unos 20 minutos para que se impregnen de sabor.
6. Sirve calientes, con un poco más de perejil fresco por encima.
¡Consejos y trucos deliciosos!
– Si quieres un toque diferente, puedes añadir queso rallado a la mezcla de carne. ¡Uff, la explosión de sabor es increíble!
– A veces, uso una mezcla de carne a la parrilla para un sabor ahumado que a todos encanta.
– Acompaña tus albóndigas con espaguetis o puré de papas para una comida completa. También son ideales para hacer sándwiches tipo albóndiga.
Estoy tan emocionada de que pruebes esta receta de albóndigas. Es simple, deliciosa y, lo mejor de todo, llena de recuerdos. ¡Espero que te animes a prepararlas y, cuando lo hagas, no olvides contarme cómo te salieron! ¡A cocinar, amigos!